A la conquista del volcán Ojos del Salado

Inicia la expedición de un grupo de montañistas salvadoreños, quienes, encabezados por la experimentada Alfa Karina Arrué, deberán sortear el desierto de Atacama, como parte de la ruta para ascender el volcán Ojos del Salado, con 6,893 metros sobre el nivel del mar (msnm), ubicado en el límite entre Chile y Argentina.

Patricia Rodríguez, Jaime Saravia y William Hernández, este último residente en Chile, son los intrépidos atletas, que, con distintos años en retos de alta montaña escoltarán a Arrué para realizar su entrenamiento, que forma parte de su preparación previo a su segundo intento por llegar a la cima del Monte Everest, programado para iniciar el 1 de abril.

Patricia, con diez años de experiencia de hacer montañismo, es una profesional de Relaciones Internacionales. “Cuando uno empieza a hacer alta montaña, que son las que están arriba de los 5 mil msnm, uno se enamora de todo: de la experiencia, del proceso, del camino, entonces uno siempre quiere seguir conociendo nuevas montañas y lugares”, asegura.

Uno de sus zonas predilectas, como a muchos de su deporte, es Sudamérica, siendo Perú el país que ha podido visitar en dos ocasiones, por lo que Chile es su materia pendiente y más aún ascender el volcán más grande del mundo. “Es un sueño conocerlo, y más ahora, ya que es una buena oportunidad porque vamos solo salvadoreños”, declara.

Sobre la preparación antes de hacer esta expedición, Patricia menciona que desde que se inicia en este deporte, el practicante siempre se debe mantener en buena condición física, lo que le permite estar listo y llegar donde se proponga.

“Como yo siempre me hice la idea de sentirme preparada para retos nuevos, ya sea para trekking largos, varias montañas en Guatemala u otras altas montañas, por eso siempre he intentado mantener entrenamiento físico”, asegura.

Por lo que, y debido a la altura del volcán que está a punto de subir, se encuentra cerca de cumplir retos que se ha propuesto lograr. “El volcán está a más de seis mil ochocientos metros sobre el nivel del mar y lo más que he estado es a más de seis mil cien, por lo que espero que mi cuerpo reaccione bien, se aclimate bien”.

Mientras tanto, Jaime, profesional de la informática, con seis años de practicar montañismo dice que “siempre he buscado nuevos retos, nuevos objetivos en la medida he ido avanzado. En lo particular este volcán siempre me ha llamado la atención, conozco un par de personas que han ido le han contado, he visto fotos del lugar y son lugares que uno quiere ir. Además, es una de las cumbres más importantes del sur, el punto más alto de Chile”, reconoce.

Jaime comenta que con esta expedición sería su cuarta experiencia de esta naturaleza, ya que ha tenido la oportunidad de ascender en México y Perú en 2017, así como en 2021 en Ecuador “a hacer unos cuantos nevados”, por lo que ya sabe de qué se trata. “Cada experiencia es una escuela para nosotros”, reitera.

El atleta comenta que los viajes le han sido posible por los periódicos ahorros que hace y que, con sus grupos de amigos, se ha podido organizar para solventar la logística de cada reto que ha logrado sortear.

En cuanto a su preparación, coincide con Patricia, que se mantiene activo todos los fines de semana yendo a rutas internas o a Guatemala, haciendo rutinas para ejercitarse, entre otras actividades.

De acuerdo a Arrué, la expedición será autónoma lo que implica que todos los recursos serán administrados por ellos mismos. “No llevaremos ningún guía, tenemos que comprar bastante agua, alimentos, gasolina, alquilaremos un automóvil para poder atravesar el desierto”.

“Al llegar a la base del volcán vamos a hacer varios porteos a los campamentos. Estamos muy emocionados porque es una expedición de salvadoreños. Y nuestro amigo William es el que nos está ayudando con la logística”, aclaró.

Según la experta montañista, harán unos tres campamentos establecidos antes de atacar la cumbre.

“Hay muchos más campamentos, pero uno escoge según la conveniencia de la adaptación, de la aclimatación, dependiendo de cómo reaccione el cuerpo de cada montañista con respecto a la aclimatación. Son alrededor de 12 días en total para la expedición”, afirma.

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