La ganadora de la París-Roubaix cobró 1.535 euros y el ganador, 30.000
La británica Lizzie Deignan se llevó 1.535 euros por ganar la primera edición femenina de la París-Roubaix, el 2 de octubre. Un día después, el italiano Sonny Colbrelli venció en la prueba masculina y se embolsó 30.000 euros, veinte veces más. En el programa de Eurosport ‘Cycling Show’, Deignan ha pedido a los organizadores de carreras que hagan una reflexión para que cuanto antes se evite esa diferencia en la cuantía de los premios.
El ciclismo femenino está en auge. Aparecen nuevas carreras y cada vez hay más equipos, pero la distancia económica con el masculino es abismal. La París-Roubaix, clásica centenaria, es propiedad de ASO, dueña también del Tour. En 2022, organizará la Grande Boucle femenina y hace solo unos días puso en marcha la primera París-Roubaix para mujeres. Resultó espectacular.
Deignan, tras dar un curso de maestría sobre los adoquines, se impuso. Su nombre ya es historia. La primera ganadora en el ‘Infierno del Norte’. La sangre de sus manos quedó sobre la cinta del manillar como prueba de la tortura que suponen los tramos de pavés, sobre todo si están barnizados de barro. La ciclista británica del Trek se llevó la gloria y un cheque de 1.535 euros. En total, las participantes se repartieron 7.000 euros en premios.
Apenas unas horas después se desarrolló la prueba masculina, con 91.000 euros en premios. La victoria fue para el italiano Colbrelli. Junto al trofeo de piedra le dieron 30.000 euros. Deignan ha mostrado su malestar. En otros deportes, como en algunos torneos de tenis, los premios para las competiciones masculinas y femeninas son iguales. También en ciclocross está prevista esa paridad en algunas pruebas de la Copa del Mundo. Pero son excepciones. La primera ganadora de la París-Roubaix ha abierto un debate.